Hay acciones locales, que son valoradas en otras latitudes, y este articulo es una prueba. (la nota fue enviada por la gentiliza del Arq. Alvaro cuadros, quien radica en la ciudad de Santa Cruz)
el deber.bo.com
20 DE MAYO
DE 2012
EDITORIAL
DURA
REALIDAD MUNICIPALCRUCEÑA
Por ser tan lamentablemente reiterativa, la
conflictividad interna en el Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra ya
corre el riesgo de ser endémica. Esta vergonzosa situación
conlleva perjuicios netos para una indefensa población, la que ve cómo
se acumulan tanto la basura como infinidad de otros graves problemas urbanos
que nos afectan a todos sin excepción en la capital oriental. Mientras
sigue la bochornosa pugna interna, los propios integrantes del
municipio no perciben que también están disparándose un tiro en el pie, ya
que la sumatoria de peleas, discusiones y enfrentamientos, está ocasionando
un daño tremendo a la propia credibilidad personal de los integrantes de este
importante poder local.
En medio de estas “chicanas” de los munícipes se observa al mismo tiempo una alarmante miopía estratégica que evita -por el propio incremento de rivalidades internas- la preparación y puesta en marcha de un plan de largo plazo para la principal urbe del país. Mientras esto sucede acá, observamos que el municipio paceño trabaja coordinadamente, tiene sus mecanismos bien engranados y genera una dinámica digna de encomio, pese a las enormes dificultades de una topografía difícil y de ser la sede gubernamental, por tanto, sujeta a permanentes situaciones de paros, bloqueos o manifestaciones por doquier. En ese complicado marco, La Paz progresa. Sus autoridades ediles hacen encomiables esfuerzos para superar problemas naturales y humanos. En fin, se nota una clara dirección bien organizada con positiva visión del futuro. Al respecto, se acaba de presentar en la Alcaldía paceña un plan de ordenamiento que llega nada menos que hasta el año 2040, algo verdaderamente elogiable. Mientras esto sucede en La Paz, acá en Santa Cruz de la Sierra está visto que sus homólogos municipales no pueden programar ni siquiera un día normal de actividades. Mucho menos, piensan en el porvenir. Y tal cosa sucede como consecuencia directa de la estrechez de miras de las autoridades municipales, todas sin excepción más interesadas en sus propias personas o posiciones, que en la ciudad a la que prometieron servir. Malo, muy malo todo esto que viene sucediendo. De continuar así las cosas cabe pensar seriamente en la posibilidad de un referéndum que -como expresión máxima de la voluntad popular local- designe nuevas autoridades o revoque a las actuales. Habrá que estudiar al respecto los posibles caminos normativos. Lo ideal sería que quienes han sido electos se pongan a trabajar por el bien común, abandonen sus egoísmos y dejen de pelearse entre sí, pero hasta el momento esto parece un sueño imposible. Otra alternativa (poco realista pero deseable) sería pedirle al alcalde paceño que se traslade por un tiempo a nuestra ciudad para darle a los munícipes locales lecciones básicas de cariño por el terruño propio, agregando clases de gerenciamiento y planificación. Como están hoy las cosas, la dura realidad del municipio cruceño nos muestra que penosamente seguiremos cada vez peor si no se endereza el rumbo hacia el desastre en el que suicidamente se encuentran sus integrantes. |
jueves, 24 de mayo de 2012
REALIDAD MUNICIPAL
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