jueves, 18 de septiembre de 2025

FEUDO NUBE - CONJETURA O PARADOJA


 

FEUDO NUBE: Tecnofeudalismo, soberanía informacional y el desafío del tecnoceno

Arq. M.Sc. David Antonio Vila Fonseca

1. Introducción

En la era digital, la nube se ha consolidado como el principal espacio de almacenamiento y circulación de datos. Lo que en un inicio se concibió como una infraestructura tecnológica destinada a facilitar el acceso remoto a la información, ha derivado en un entramado complejo de poder y dependencia. La analogía del “Feudo Nube” alude a esta nueva configuración, donde los usuarios convertidos en “vasallos digitales” entregan sus datos a cambio de servicios aparentemente gratuitos, mientras que las corporaciones tecnológicas los “nubelistas” se erigen como señores feudales del siglo XXI (Varoufakis, 2023).

2. El tecnofeudalismo como antecedente del “Feudo Nube”

El economista Yanis Varoufakis ha señalado que el tecnofeudalismo es el “sucesor silencioso del capitalismo”, caracterizado por la concentración del poder digital en manos de unas pocas corporaciones globales (Varoufakis, 2023)[1]. Estas empresas Google, Apple, Microsoft, IBM, Nvidia, entre otras ejercen control sobre las plataformas digitales, acumulando datos que se convierten en la principal fuente de valor en la economía contemporánea.

En este sistema, los usuarios ofrecen su información personal a cambio de acceso a servicios digitales, configurando un intercambio desigual que recuerda a la relación medieval entre señores feudales y siervos (Morozov, 2019)[2]. La dependencia se materializa en la imposición de condiciones de uso, en la recolección masiva de datos y en la creciente dificultad de los usuarios para desvincularse de estas infraestructuras sin quedar excluidos de la vida digital.

3. Espacios “Feudo Nube”: entre la libertad y la dependencia

Los espacios “Feudo Nube” funcionan como repositorios virtuales donde se almacenan, procesan y distribuyen datos a escala global. En ellos, los sistemas de archivos producidos y almacenados en la nube constituyen no solo un soporte técnico, sino un nuevo modo de producción intelectual. Archivos académicos, científicos, creativos y de uso cotidiano se convierten en insumos de un ecosistema digital que, aunque brinda acceso remoto y simultáneo, también está marcado por la vigilancia algorítmica y la mercantilización del conocimiento (Srnicek, 2017)[3]. En apariencia, la nube ofrece libertad ilimitada bajo el paradigma del código abierto, pero en la práctica gran parte de estos repositorios se encuentran sujetos a controles corporativos y estatales. Este doble carácter convierte a la nube en un territorio ambiguo: un espacio cuántico y vorticial[4] donde el conocimiento fluye y se entrelaza, pero también donde se manipula y se privatiza.

Desde una perspectiva crítica, este fenómeno refleja lo que Han (2014) denomina la “sociedad de la transparencia”: un régimen donde los sujetos participan activamente en su propia exposición, cediendo datos y con ello autonomía, bajo la ilusión de libertad digital.

4. Producción intelectual y el papel de las IAs

La irrupción de la inteligencia artificial (IA) marca un punto de inflexión en el “Feudo Nube”. Por primera vez en la historia, contamos con fuentes de datos sin precedentes, virtualmente ilimitadas y disponibles para múltiples objetivos. La IA no solo permite procesar archivos existentes, sino que genera nueva producción intelectual a partir de esos datos, con aplicaciones que abarcan desde la investigación científica hasta la gestión territorial y la creación artística (Floridi, 2014)[5].




Esta automatización generativa abre un horizonte ambivalente. Por un lado, puede intensificar la dependencia de los nubelistas y reforzar jerarquías tecnofeudales; por otro, ofrece la posibilidad de democratizar el conocimiento, acelerando su circulación y orientándolo al beneficio de la humanidad y del planeta. En este sentido, la clave no está en rechazar la IA, sino en aprender a lidiar con ella de forma crítica y ética, reconociendo su potencial para expandir los límites de la producción intelectual y, al mismo tiempo, diseñando mecanismos de gobernanza que protejan la soberanía informacional.

5. El desafío del tecnoceno

Más allá del Antropoceno, caracterizado por la huella ecológica del ser humano, se plantea la noción del Tecnoceno, en el que el dominio tecnológico y digital estructura las dinámicas sociales, económicas y culturales. En este contexto, la nube y la IA configuran un binomio inseparable: la primera como repositorio universal de archivos, la segunda como motor de producción y regeneración del conocimiento. El “Feudo Nube” se convierte así en un escenario de disputa por la soberanía informacional, donde la ética digital y la gobernanza flexible son cruciales para evitar que el flujo de datos se convierta en un nuevo mecanismo de explotación. Si se logra articular un uso responsable de la nube y la IA, el paso hacia el Tecnoceno podría significar no solo un cambio de paradigma tecnológico, sino también un avance sustancial en beneficio de la humanidad y del planeta.

6. Conclusiones

La metáfora del “Feudo Nube” permite comprender cómo la economía digital[6] reproduce, en clave contemporánea, jerarquías propias del feudalismo. El dominio de los nubelistas sobre los datos plantea retos en torno a la autonomía, la privacidad y la equidad en la era digital. Sin embargo, los sistemas de archivos en la nube y la potencia generativa de las IAs abren la posibilidad de un nuevo orden de producción intelectual, donde el conocimiento, en lugar de estar sometido al dominio exclusivo de corporaciones, pueda convertirse en patrimonio colectivo al servicio del planeta. Superar este paradigma exige repensar la relación entre tecnología, sociedad y conocimiento, orientándola hacia un tecnoceno regenerativo, que priorice la soberanía de los usuarios y la sostenibilidad del planeta. Por lo tanto nace una un cuestionamiento; la “Feudo Nube” como una conjetura de un estado real y la “Nube Amigable” como una paradoja al avance de las tecnologías de la información, pero sí el reto queda en la búsqueda y consolidación de la soberanía del acceso a la información.[7] 

7. Referencias

Floridi, L. (2014). The Fourth Revolution: How the Infosphere is Reshaping Human Reality. Oxford University Press.

Han, B.-C. (2014). La sociedad de la transparencia. Herder.

Morozov, E. (2019). Big Tech: A ascensão dos dados e a morte da política. UBU Editora.

Srnicek, N. (2017). Platform Capitalism. Polity Press.

Varoufakis, Y. (2023). Technofeudalism: What killed capitalism. Vintage.

Vila Fonseca, D. A. (2025). Feudo Nube [Presentación]. Documento inédito.

 

 



[1] Varoufakis 2023 – planteo el tecnofeudalismo como sucesor al capitalismo

[2] Morozov, E. (2019). Big Tech: A ascensão dos dados e a morte da política. UBU Editora.

 

[3] Srnicek, N. (2017). Platform Capitalism. Polity Press.

[4] El espacio cuántico y vorticial puede entenderse como un ámbito donde las dinámicas de información y energía se manifiestan en constante movimiento, superposición y entrelazamiento. Es cuántico porque opera bajo múltiples probabilidades simultáneas, y vorticial porque organiza esos flujos en espirales de interacción que generan orden en medio de la complejidad. En este sentido, constituye una metáfora de los entornos digitales y territoriales donde lo inmaterial y lo material convergen en procesos de creación y transformación continua.

[5] Revistas Científicas de la Editorial Universidad de Sevilla. https://revistascientificas.us.es › themata › article › view - En este trabajo se pretende profundizar en la Filosofía de la Información como disciplina académica y en particular en la visión que tiene Luciano Floridi

 

[6] La economía digital se refiere al sistema económico basado en el uso intensivo de las tecnologías de la información, donde los datos, las plataformas y las interacciones en línea constituyen los principales recursos de valor. Este modelo transforma la producción, el consumo y la circulación del conocimiento, consolidando a los datos como el nuevo “petróleo” del siglo XXI (Srnicek, 2017). En este marco, la nube y las IAs actúan como infraestructuras clave que articulan mercados, servicios y relaciones sociales en escala global.

[7] La búsqueda y consolidación de la soberanía del acceso a la información implica garantizar que los individuos y comunidades puedan decidir de manera autónoma sobre el uso, resguardo y circulación de sus datos. Este proceso busca reducir la dependencia frente a corporaciones y Estados que monopolizan el control digital, promoviendo una gobernanza más equitativa y transparente (Floridi, 2014). En este sentido, constituye un pilar esencial para la justicia informacional en la era del tecnoceno

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